INTRODUCCIÓN
La educación salva vidas,
antes, durante y después de una emergencia. Es un instrumento valioso que
permite al ser humano adquirir los conocimientos necesarios para poder
enfrentar situaciones adversas, organizándose adecuadamente y fortaleciendo su
capacidad de re silencia y ayuda a los demás.
Debido a los escenarios de
desastres que se vienen produciendo con mayor fuerza durante los últimos años,
y teniendo en cuenta el silencio sísmico por el cual pasa nuestro país, se hace
necesaria la planificación para poder conocer los riesgos a los cuales estamos
expuestos, formular acciones de prevención y reducción de los riesgos,
prepararnos para responder adecuadamente y poder rehabilitarnos de los efectos
de un desastre.
La educación que se pueda
brindar a las personas hace posible que respondan de mejor manera ante los
desastres, y aquí el sistema educativo en su conjunto juega un papel muy
importante. Sobre todo la escuela que es el espacio de desarrollo de los niños
y niñas, así como de los maestros y maestras que con dedicación constante dan
de su tiempo a preparar a sus alumnos para la vida.
Es desde la escuela en la que
comienza a implementar eso que se llama Gestión del Riesgo de Desastre, que no
consiste en formular actividades al azar, sino que implica un proceso de
planificación, de formulaciones de acciones coordinadas tanto dentro y fuera de
la escuela como con los actores locales. Este gestionar el riesgo de desastres
se hace concreto en el Plan de Gestión del Riesgo de Desastres, los Planes de
Contingencia, y el Plan de rehabilitación.
Es por eso que el presente
documento está orientado a brindar las herramientas necesarias para la
elaboración de Planes en Gestión de Riesgo de Desastres, en el marco de la
implementación de la Ley del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo de Desastre.
La educación no puede seguir
siendo invisible en la emergencia o desastres, sino que está llamada a ser un
actor importante en la prevención, reducción, preparación y respuesta ante
cualquier situación adversa.
LA COMISION DE GESTION
DE RIESGOS